Vistas de página en total

jueves, 2 de agosto de 2012

Impertinente Ciudad



Gustavo Carpio C.


Camina al frente
Jamás te des la vuelta
Voy un par de metros tras de ti
Mantén la mirada firme al frente
Actitud relajada y despreocupada
Que nadie se dé cuenta
Me gusta mirar tu figura desde acá
Ese vestido que apenas toca tu piel
Faltan pocos metros
Y todo va bien
Mantengamos la calma
Que esta ciudad tiene ojos detrás de las paredes
Y la ansiedad es arma de doble filo
Lleguemos donde acordamos
Eliminemos la memoria
Que ningún recuerdo se interponga
 Que solo 4 paredes testigos de otros idilios, Sigan acogiendo nuestros verdaderos rostros

domingo, 13 de mayo de 2012

Proyectil


Gustavo Carpio C
Contuve las lágrimas por tanto tiempo que incluso olvide que alguna vez estuve triste y mis nuevas lágrimas son ahora  de felicidad.
Caminando con una venda en los ojos, voy llevando su nombre a cuestas y no, ya no me aflige su ausencia, fue solo cuestión de tiempo para que empiece la nueva ronda y sea mi turno de atacar.
Mi camino nunca se termina y mis pies tienen fuerza de sobra para caminar mil vidas y más. Y solo para que conste, el polvo que se levanta a mi paso lo puedes tomar como un rastro a seguir para que no te quedes relegada.
Soy un proyectil sin pared que me detenga.
Mi nuevo corazón danza libre hasta que junto a un buen amor se entretenga y  juntos se fusionen en una sólida pieza!

lunes, 16 de enero de 2012

Adios y Buena Suerte


(Gustavo Carpio C.)

Demonios. ¿Porque te crees tan importante?
Tu despedida en lo absoluto fue la única razón por la que caí. 
Me sentí defraudado por muchas personas a mi alrededor e incluso por mí mismo y así gotas de razonamiento llenaron este vaso. 

Me parece irónico y hasta burlesco cuanto puede afectar la idea que uno tiene en la cabeza sobre otra persona. 

Y fue que estabas lejos de mi.

Fui yo quien tomo la decisión porque igual moría de ganas de abrasarte y hacerte el amor, hablar, jugar, reírnos juntos, descansar a tu lado. Y hasta los malgenios! Disfrutar del simple hecho de saberte mía, acariciar tu piel, tu pelo, sentir tu olor.

Si, tome esa decisión... y fui yo! Y, a pesar que sucumbía ante la vergüenza que sentí por lo bajo que caí, me extendí sobre mis propias piernas. Ame mi muerte, porque de un útero obscuro, confuso y negro nací renovado. Y ahora valoro más mi vida y la gente a mi alrededor. Claro que te valoro más que a muchas otras personas en este mundo porque gracias a ti desperté y disfruto más del entorno, de lo que hago y tengo en mis manos. Si la vida te da limones... Claro pensando en mi primero y luego el resto, aunque te suene egoísta. Y si te quieres ir, bien sabes que las puertas están abiertas. 

Te voy a extrañar, pero ya morí una vez y... Ahora me queda solo una vida y jamas voy a desaprovechar un minuto de ella otra vez. Gracias por todo.

Sin más que decir. 

Adiós y buena suerte.